Quien tenga Mi Palabra no debe dudar de Mí amor, Mi sabiduría y Mi poder. Porque Mi Palabra debe ser prueba de que siempre obro con amor, sabiduría y omnipotencia. Debe ser prueba de Mi presencia constante, de Mi preocupación constante por el cuerpo y el alma del ser humano, de Mi cuidado constante por él. No debe dudar de Mi amor, que todo lo dispone según el bien del alma del ser humano. No debe dudar Mi sabiduría, que verdaderamente reconoce qué puede tener un efecto beneficioso, y no debe dudar de Mi poder, que todo lo puede remediar, que no tiene límites y que, por lo tanto, actúa según Mi amor y sabiduría.

Quien tenga Mi Palabra debe confiar firmemente en Mí … debe creer … Y en verdad no permitiré que su fe quede avergonzada … Conscientes de Mi cercanía también podrá invocar esta fe. Y, por lo tanto, debe unificarse íntimamente a Mí, para que Me sienta. Debe sentir Mi presencia y entonces todas las dudas desvanecerán, entonces su fe está viva, entonces se sentirá abrazado y cuidado por Mi amor, y entonces habré logrado lo que quería lograr; un vínculo que perdura, que no permite mayor distancia de Mí, y que es necesario para una tarea especial. A quienes desean servirme, siempre les asigno tareas mayores, cuyo cumplimiento, sin embargo, requiere una especial fuerza de fe. Y es para tal fuerza de fe que deseo formar a Mis siervos.

Además, llevo en el último tiempo una lucha con Mi adversario, quien busca arrebatarme, por medios deshonestos, las almas que ya Me pertenecen … Y vosotros mismos estáis librando esta lucha, pues Mi adversario, en su engaño, busca socavarme a Mí y a Mi obra. Cree que puede captar Mi irradiación de fuerza para fortalecer la suya y así poder dirigir y explotar la fuerza amorosa según su voluntad contraria. Quiere abusar de vosotros, quienes recibís directamente la fuerza de amor de Mí …

Entendedlo, él quiere aprovecharse de vosotros como receptor de la fuerza divina, que él mismo ya no puede recibir. Pero para que esto suceda, tenéis que apartaros de Mí. Y esto es lo que él quiere lograr, creyendo que entonces puede apropiarse de “vasijas llenadas” y enriquecerse con su contenido, con la fuerza del amor que viene de Mí. Su pensamiento es erróneo, pero los medios que emplea os ponen en peligro si no os aferráis firmemente a Mí y anheláis profundamente Mi presencia que os convierte en vuestra protección y ayuda.

Vosotros mismos, por lo tanto, sois el factor decisivo en la lucha contra Mi adversario, una lucha que él libra con medios deshonestos y que exige una gran fuerza de fe de vuestra parte. Y él empleará siempre nuevas artimañas a medida que se acerca el fin, y por lo tanto, vuestra fe también tiene que fortalecerse cada vez más. Y cada prueba de fe superada la fortalece, hasta que vuestra fe en Mi amor, sabiduría y omnipotencia se vuelva tan inquebrantable que Mi adversario no podrá quebrantarla en vano, que podrá atacar con todas sus fuerzas y, sin embargo, no logrará nada …

Y os exigiré cada vez más, exigencias que podréis afrontar con fe, pues el fin de los tiempos aún traerá muchas tentaciones por parte del adversario, tentaciones que solo podréis superar en la más íntima unión Conmigo. Sin embargo, mientras las dudas se apoderen de vuestros corazones con respecto a este directo discurso Mío, también corréis el peligro de no poder resistir sus embestidas. Pero quien tenga Mi Palabra debe desechar toda duda, pues, sin embargo, es Mi colaborador, cuya disposición al servicio le asegura Mi protección y Mi ayuda en las necesidades espirituales y terrenales. Solo siempre debe asegurarse de Mi presencia mediante la oración ferviente y actos de amor; entonces Mi adversario ya no podrá oprimirlo, pues Mi amor, sabiduría y poder se demostrarán porque el ser humano mismo ahora lo permite …

Amén